Sorpresa y estupor por la muerte de un joven cabo del Servicio Penitenciario
Carlos Eduardo Rivero falleció en su hogar, minutos después de haberse despertado para enfrentar una jornada de trabajo. Habia recibido entrenamiento y formación para ser bombero por lo que su estado de salud era óptimo.
Este lunes, una noticia que generó profunda tristeza y consternación en el Servicio Penitenciario Provincial. En la madrugada, en su propio domicilio del Asentamiento Ávalos, falleció el Cabo Primero Carlos Eduardo Rivero. Hijo de un integrante ya retirado del Cuerpo de Bomberos, este joven suboficial había recibido instrucción y entrenamiento en esa disciplina, con lo cual su estado de salud era considerado excelente.
Por esta razón, hay tanto hermetismo en las fuerzas de Seguridad, hasta tanto los peritos definan cabalmente la causa de su deceso. De acuerdo con información recabada por Diario Chaco , tuvo una descompensación a los pocos minutos de levantarse y cuando sus familiares advirtieron esto, uno de sus hermanos intentó realizarle reanimación cardio-pulmonar, mientras se llamaba al Servicio 911. Sin embargo, todos sus esfuerzos fueron en vano.
Rivero prestaba servicios actualmente en el Complejo Penitenciario I de Resistencia. Su familia es muy conocida y apreciada en la comunidad del Asentamiento Avalos y Villa Rio Negro. Por eso, el estupor no solamente alcanzó a sus compañeros de fuerza sino también a sus propios vecinos. En las redes sociales, se dio a conocer un mensaje del Servicio Penitenciario y de Readaptación Social: “Expresamos un profundo dolor por la pérdida del Cabo Primero Carlos Eduardo Rivero, recordándolo como un miembro dedicado y valioso de la institución. Acompañamos con nuestras condolencias a familiares y amigos”.