“Fue la gota que rebasó el vaso y la gente dijo basta”, afirmó la jueza Fernández tras el veredicto

La jueza Dolly Fernández, quien condujo el juicio contra el clan Sena por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, aseguró que la condena representa el hartazgo de la sociedad chaqueña frente a la connivencia entre los conucados y sectores de la política local.
“Eran personas públicas, candidatos a posiciones políticas importantes”, señaló la magistrada de la Cámara Segunda en lo Criminal de Resistencia, en referencia a los Sena. “Este veredicto es el resultado de un hartazgo social” y el crimen “fue la gota que rebasó el vaso. La gente dijo basta, hasta acá. La gente entendió que era algo más, no solo la condena por un crimen aberrante contra una mujer”, destacó.
Fernández subrayó que “hubo recursos del Estado mal utilizados” y que esa red brindó protección al grupo familiar durante años. “Muchas personas colaboraron para que eso ocurriera”, afirmó la jueza, refiriéndose a la estructura de apoyo y silencio que rodeó a los Sena.
En su análisis, consideró que la causa adquirió “una trascendencia notoria” y destacó la labor tanto de los fiscales como de los doce integrantes del jurado popular, quienes analizaron cientos de pruebas y testimonios antes de resolver, de modo unánime, la culpabilidad de seis de los siete imputados.
La jueza también se refirió al contexto de aumento de femicidios en la provincia y realizó un llamado de atención sobre la falta de perspectiva de género en los funcionarios judiciales: “Vienen mujeres a hacer denuncias, no se las atiende como corresponde, ni se les da la contención necesaria. Y luego terminamos en hechos más graves”, expresó.
Fernández explicó que el tribunal manejó el caso con estricta reserva para resguardar la independencia del jurado y garantizar un proceso apegado a derecho, sin que nadie tuviera acceso a las deliberaciones.




