El presidente iraní, Ebrahim Raisi, el ministro de Asuntos Exteriores del país, Hossein Amir-Abdollahian, y varios funcionarios fueron encontrados muertos este lunes, horas después de que su helicóptero se estrellara en una región montañosa y brumosa del noroeste del país. Regresaban de inaugurar una represa en Azerbaiján, informaron los medios estatales. Viajaban con ellos el gobernador de la provincia de Azerbaiján del este, el emir, oficiales y guardaespaldas. No hay sobrevivientes.
El lunes por la mañana temprano, las autoridades turcas publicaron lo que describieron con imágenes de drones que mostraban lo que parecía ser un incendio en el desierto y que “sospechaban que eran restos de un helicóptero”. Las coordenadas enumeradas en las imágenes sitúan el incendio a unos 20 kilómetros al sur de la frontera entre Azerbaiján e Irán, en la ladera de una montaña empinada.
Los soldados, hablando en el idioma azerí local, dijeron: “Ahí está, lo encontramos”.
Otros dos helicópteros, que también formaban parte del convoy lograron llegar a Tabriz, sin inconvenientes ayer a la tarde, en medio del mal tiempo.
