Empresario metalmecánico denuncia maniobras de extorsión y cobros forzosos

Ramón Fernández, empresario metalmecánico de Presidencia de la Plaza, realizó una denuncia pública sobre maniobras de extorsión y cobros forzosos que afirma sufrir desde hace años por parte de personas que se presentan como supuestos funcionarios de organismos nacionales como ARCA o el Ministerio de Trabajo.
El empresario asegura que las presiones se han intensificado recientemente y que los extorsionadores manejan información detallada sobre su actividad económica. La operatoria se realiza mediante una supuesta venta de publicidad, de la cual posee comprobantes que lo avalan.
“Seguimos sufriendo aprietes. Te llaman diciendo que son del Ministerio de Trabajo, de AFIP, de ARCA o de otros lugares. Y siempre aparece la famosa colaboración, antes eran montos chicos, ahora te hablan de 800.000, un millón y medio, tres millones, cinco millones”, relató Fernández en declaraciones radiales.
Describió la modalidad como llamados desde Buenos Aires o Rosario, con tono intimidante y referencias específicas a sus ventas o facturación anual: “Nos dicen ‘fíjate que nadie te visita porque nosotros te cuidamos’, y tienen todos tus datos, saben lo que facturaste. Y si les decís que no, se enojan. Es hostigamiento”.
El empresario afirmó haber realizado varias denuncias formales, incluso ante el Ministerio de Defensa, donde entregó nombres, números de teléfono y fotografías de las facturas recibidas, pero nunca obtuvo una respuesta favorable.
Análisis del contexto productivo
Fernández también se refirió a la situación productiva del país, considerando que la apertura de importaciones “es necesaria para sincerar precios”, ya que los sobrecostos locales afectan a toda la cadena productiva. Como ejemplo, señaló que “un motor monofásico que en China cuesta 30 o 50 dólares, acá no baja de 500 o 600.000 pesos”.
Manifestó su preocupación por la falta de jóvenes interesados en empleos productivos y criticó el deterioro de la cultura del trabajo: “Trabajo hay, lo que falta es ganas. Tengo una media hectárea y producimos de todo: verduras, frutas, alfalfa, pollos, chanchos, ovejas, chivos. Eso es plata. Pero la gente prefiere comprar todo, nadie quiere hacer una huerta”.
Créditos y reclamo al Estado
En su taller metalúrgico, donde emplea a varias personas, Fernández relató que debió tomar créditos en el Banco Nación con tasas del 70% al 78% para completar trabajos adjudicados. “Yo nunca cobré un plan social. Prefiero endeudarme antes que esperar un año por un torno. Quiero trabajar, que me respeten como empresario y respetar a mi gente”, sostuvo.
Para finalizar, pidió sinceramiento y recuperación de valores: “No tenemos que salvarnos solos. Tenemos que trabajar, producir, dejar de depender del Estado y que el que gobierna gobierne con honestidad. Somos un país de una riqueza increíble, pero con hábitos pobres. Si no cambiamos eso, no hay política que nos salve”.




