Un nuevo crimen racial cometido por las fuerzas de seguridad sacude a los Estados Unidos. Un efectivo de la policía de Illinois disparó en la cabeza a una mujer afroamericana que había llamado al 911 para pedir ayuda.
Sonya Massey, de 36 años, fue asesinada en el interior de su casa luego de que dos policías asistieran a su llamado a la línea de emergencias para denunciar la presencia de un merodeador en el lugar.
Por el hecho uno de los oficiales que participaron de la situación, Sean Grayson, fue despedido sin derecho a fianza, detenido y acusado de asesinato y mala conducta. El hombre se declaró inocente.
El presidente Joe Biden condenó los hechos: «La muerte de Sonya a manos de un agente nos recuerda que, con demasiada frecuencia, los estadounidenses negros temen por su seguridad de un modo que muchos de nosotros no tememos», expresó.
Dos agentes acompañaron a Massey a su sala tras su llamado al 911, mientras la mujer buscaba su identificación. El video fue dado a conocer por la misma Policía de Illinois y corresponde a una de las cámaras corporales de los efectivos.
En determinado momento, Grayson mira una olla sobre el fuego, hace gestos hacia ella y le dice: «no necesitamos fuego mientras estamos aquí». Instantes después, la mujer se levanta y camina hacia la cocina para retirar una olla con agua.
Luego, ambos efectivos se ríen antes de que ella repita dos veces la frase «Te reprendo en nombre de Jesús». En ese momento, Grayson reaccionó con insultos y empezó a gritarle a la mujer: «Será mejor que no lo hagas o juro por Dios que te dispararé en la cara».
El policía sacó rápidamente su pistola mientras le ordenaba a la mujer que tire la olla. Massey dice «ok, lo siento», antes de agacharse e inmediatamente se escuchan tres disparos.
«No voy a recibir agua hirviendo en la cara», grita el oficial en medio de insultos después de dispararle a la mujer. Luego, Grayson le indica a su compañero, que se encontraba buscando un kit médico, que la mujer no necesita ayuda médica. «Está acabada. Puedes ir por él, pero ese es un disparo en la cabeza».
