Educación en casa y menos intervención estatal: los ejes del nuevo proyecto educativo

El Gobierno nacional presentó un borrador de Ley de Libertad Educativa que busca reemplazar la Ley de Educación Nacional vigente desde 2006. La iniciativa, que abarca los niveles inicial, primario y secundario, introduce cambios profundos en el sistema educativo argentino.
El proyecto habilita la educación en el hogar (home schooling), junto con modalidades híbridas y a distancia, permitiendo que los estudiantes acrediten aprendizajes “mediante exámenes periódicos”. También autoriza a las provincias a ofrecer “enseñanza religiosa confesional” en escuelas públicas de manera optativa y fuera del horario escolar.
Entre los principios rectores, el texto coloca en primer lugar la “libertad educativa”, seguida del “rol preferente de la familia” y la “subsidiariedad del Estado”. Define a la familia como “el agente natural y primario de la educación de los hijos” y menciona 27 veces la palabra “libertad” en sus 136 artículos.
Autonomía y cambios curriculares
La iniciativa otorga mayor autonomía a las escuelas, permitiéndoles elaborar planes de estudios “propios” además de los “contenidos mínimos comunes”. Establece mínimos de horas de clase inferiores a los actuales: 540 para nivel inicial y 720 para primaria y secundaria.
El artículo 37 reconoce la “autonomía institucional y pedagógica”, incluyendo la facultad de definir políticas de admisión, permanencia y disciplina. Además, declara la “esencialidad” de la educación básica, obligando a garantizar la continuidad del servicio ante medidas de fuerza.
Evaluaciones y financiamiento
El proyecto mantiene las evaluaciones nacionales anuales y censales, pero habilita la publicación de resultados por escuela, actualmente prohibida. Incorpora mediciones del desempeño de docentes y directivos, con evaluaciones periódicas cada cuatro años.
En materia financiera, elimina la meta del 6% del PBI para educación y establece un rol “subsidiario” del Estado, garantizando igualdad en el acceso al financiamiento público para instituciones estatales y privadas. Prevé asignaciones mediante “becas, vales educativos, créditos fiscales u otros instrumentos equivalentes”.
Para los docentes, se mantiene la formación inicial de cuatro años pero se vincula la estabilidad laboral al desempeño satisfactorio y la formación continua, con evaluaciones centradas en competencias pedagógicas y resultados de aprendizaje.




