En una entrevista televisiva, el presidente Javier Milei dejó en claro que su asesor político Santiago Caputo tiene más peso en las decisiones del Gobierno que el propio jefe de Gabinete, Guillermo Francos. “Hay una segunda instancia de control político, que es Santiago Caputo. Y el que mete el gancho final soy yo”, sostuvo el mandatario.
Un poder sin cargo formal
Caputo no ocupa un puesto oficial en el Gabinete nacional y figura como contratado bajo el régimen de monotributo. Aun así, se ha consolidado como una figura central del esquema de poder, formando con Karina Milei el núcleo más cercano al presidente, al que el propio Milei denomina el “triángulo de hierro”.
El asesor cumple un rol estratégico en la toma de decisiones políticas, especialmente en el diseño de comunicación, armado electoral y relaciones internas del oficialismo. Su influencia se refleja en la estructura diaria del Gobierno, a pesar de no tener visibilidad institucional.
Críticas de la oposición
Desde distintos sectores opositores han cuestionado duramente que una figura sin cargo formal tenga tanto peso en las decisiones clave del Ejecutivo. Reclaman que el Gobierno transparente las funciones de Caputo y señalan la ausencia de mecanismos de control sobre su accionar.
Incluso legisladores nacionales comenzaron a exigir que se clarifique su rol y se analice si corresponde que alguien con ese nivel de influencia continúe sin estar sujeto a las normas que rigen a los funcionarios públicos.
