Un estudio reveló que los perezosos podrían extinguirse: las razones
La alta vulnerabilidad de este animal al calor extremo podría hacer insostenible su supervivencia, mostrando un claro riesgo si las temperaturas aumentan entre 2°C y 6°C.
La supervivencia de los perezosos se encuentra bajo amenaza debido al cambio climático, según un estudio reciente publicado en PeerJ Life & Environment. La investigación revela que el aumento de temperaturas proyectado para el año 2100 podría poner en peligro a estas especies tan emblemáticas de Centro y Sudamérica, en especial a las poblaciones que habitan en regiones de gran altitud. Estos animales, conocidos por su lentitud y su adorable apariencia, podrían enfrentarse a un futuro sombrío si las temperaturas globales continúan en aumento.
Los perezosos poseen un metabolismo extremadamente lento y una capacidad limitada para regular su temperatura corporal, lo que los hace especialmente susceptibles al aumento de temperaturas.
La autora principal del estudio, la Dra. Rebecca Cliffe, enfatiza que esta peculiaridad fisiológica convierte a los perezosos en una de las especies más vulnerables frente a los cambios climáticos actuales. A diferencia de otros mamíferos, los perezosos no pueden ajustar eficientemente su temperatura interna ante el calor, y esto podría convertirse en una barrera insuperable para su supervivencia.
Según la investigación, si las temperaturas aumentan entre 2°C y 6°C (35,6℉ y 42,8℉) para el año 2100, las poblaciones de perezosos de alta montaña podrían enfrentar un severo estrés metabólico. Esto se debe a que su capacidad para procesar energía es muy limitada, lo que les dificulta adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. A medida que el clima se calienta, se espera que el gasto energético de estos animales aumente, lo que podría hacer que su equilibrio metabólico sea insostenible.
Metodología del estudio: análisis del metabolismo de los perezosos
El estudio, titulado “Sloth Metabolism May Make Survival Untenable Under Climate Change Scenarios”, se centró en los perezosos de dos dedos (Choloepus hoffmanni), tanto en sus hábitats de tierras bajas como de zonas de alta altitud en Costa Rica. Los científicos utilizaron técnicas de calorimetría indirecta para medir el consumo de oxígeno y la temperatura corporal de los perezosos en un ambiente que simula las condiciones proyectadas del cambio climático. De esta forma, los investigadores pudieron identificar cómo estas especies responden al aumento de temperaturas y cuáles serían sus posibles limitaciones para sobrevivir en un entorno cada vez más cálido.
Los resultados de esta investigación fueron preocupantes, sobre todo para las poblaciones que habitan en zonas montañosas. En estos lugares, los perezosos experimentan un notable incremento en su tasa metabólica en reposo (RMR, por sus siglas en inglés) a medida que las temperaturas se elevan, lo que indica una mayor demanda de energía. Esta respuesta biológica contrasta con la de los perezosos de tierras bajas, que parecen estar mejor adaptados a los climas cálidos. No obstante, incluso estos últimos podrían enfrentar grandes desafíos si las temperaturas superan su “zona térmicamente activa”, más allá de la cual no pueden mantener su estrategia de depresión metabólica.
Las limitaciones para adaptarse a un clima cambiante
Uno de los aspectos más preocupantes destacados por el estudio es la incapacidad de los perezosos de alta montaña para migrar a áreas más frescas. Mientras que los perezosos de tierras bajas podrían desplazarse hacia altitudes más elevadas para escapar del calor, las poblaciones que ya se encuentran en regiones montañosas no tienen opciones geográficas para moverse a zonas más frescas. Esto los deja atrapados en un hábitat donde las condiciones climáticas cada vez serán más hostiles.
Además, los perezosos presentan otra limitación crucial: su tasa de digestión es hasta 24 veces más lenta que la de otros herbívoros de tamaño similar. Esto significa que no pueden aumentar su ingesta de alimentos para compensar la mayor demanda energética que traen consigo las temperaturas más cálidas. Si el calor incrementa su metabolismo, los perezosos no pueden obtener suficiente energía de su dieta para equilibrar esta demanda, poniendo en riesgo su supervivencia.
El impacto del cambio climático no es uniforme en todas las especies de perezosos. Según un análisis de la Sloth Conservation Foundation, el perezoso de garganta marrón (Bradypus variegatus), que habita en la Amazonía, podría experimentar un aumento neto del 174% en su hábitat, lo cual es una señal positiva. Sin embargo, el perezoso de garganta pálida (Bradypus tridactylus) podría enfrentar una pérdida neta del 65% de su hábitat, debido a condiciones de mayor sequedad que volverían inhóspitas áreas antes habitables. Por su parte, el perezoso de crin (Bradypus torquatus), que vive en la selva atlántica de Brasil, se espera que sufra un 7% de pérdida neta de hábitat, un golpe especialmente grave considerando que esta región ya ha perdido más del 70% de su cobertura forestal original.
Medidas de conservación y estrategias de adaptación
Ante la amenaza que el cambio climático representa para los perezosos, los científicos que lideran la investigación proponen realizar estudios adicionales sobre las estrategias de adaptación que podrían implementar estas especies. Asimismo, hacen un llamado para desarrollar políticas de conservación que permitan mitigar los riesgos a los que se enfrentan los perezosos y otras especies vulnerables.
En el caso del perezoso de crin en la selva atlántica, se destaca la reforestación como una posible estrategia para ampliar su hábitat. Actualmente, esta región conserva menos del 30% de su cobertura forestal original, por lo que la recuperación de áreas boscosas en los bordes de sus territorios actuales podría ayudar a dispersar la población y ofrecer nuevos espacios habitables en el futuro.
A pesar de estas propuestas, el panorama para los perezosos no deja de ser alarmante. La Dra. Cliffe advierte que, si el cambio climático sigue sin control y las regiones habitadas por estos animales se vuelven inhabitables, los perezosos podrían no tener “ningún otro lugar a donde ir”. La alta especialización de estos animales en su hábitat natural hace que no sean aptos para ser reubicados en otros entornos, y si su ambiente se vuelve demasiado cálido, su supervivencia sería improbable.