Política

Macri vuelve de Cumelén decidido a presidir el PRO y Bullrich trabaja para una convergencia con Milei: chats y reuniones frenéticas

El ex Presidente y la ministra de Seguridad intercambian chats y no descartan un encuentro personal antes de marzo. En un mes se definen las nuevas autoridades políticas del PRO y el ex Presidente busca tomar el timón. La funcionaria mueve hilos para acelerar una fusión con La Libertad Avanza. Los cálculos políticos y el jugador con poder de veto

Mauricio Macri se volvió el gran veto playersde la política argentina. Esa idea acuñada por el politólogo George Tsebelis describe a un actor del sistema de toma de decisiones que se torna indispensable para ejecutar -o frustrar- un cambio del status quo. El ex Presidente lo es por ser referente sobresaliente de un espacio clave para un Gobierno institucionalmente frágil como el de Javier Milei. Por estas horas, se mueve para ser el presidente del PRO, un partido necesario para que La Libertad Avanza llegue a la Casa Rosada, primero, y sostenga su legitimidad de ejercicioPatricia Bullrich tiene un rol similar, aunque su pertenencia al Gabinete presidencial le impone un marco dentro del cual actúa: puja poder partidario para lograr una convergencia del PRO con los libertarios. La propia ministra de Seguridad diría que esos análisis son “ruidos”, con ánimo de quitarle importancia. Son ruidos políticos a los que está muy atenta y de los que el oficialismo depende para subsistir.

El presidente Milei no oculta su desapego por la política. Así como tampoco reniega de su concepción matemática de la economía. Idéntica lógica aplica, por momentos, a la construcción de poder de su incipiente Gobierno. Aunque se despega en el discurso público de la idea de “negociación” como sinónimo de buscar acuerdos, instruye a sus operadores políticos para conseguir apoyos a su programa económico. Esos cálculos políticos son ecuaciones que buscan revertir la situación de minoría que el oficialismo tiene actualmente en el Congreso. Esta semana expuso a aquellos legisladores nacionales a los que se le vence el mandato en 2025 y pidió que la sociedad no vuelva a votarlos. El Jefe de Estado evalúa que en la elección intermedia puede lograr las bancas que necesita para imponer su agenda política.

Es en este marco y sobre este paisaje político que se desarrollan las negociaciones entre La Libertad Avanza y el PRO para una posible convergencia. Se produce un juego de cálculos que mide preferencias y costo-beneficio de cada decisión. Milei entiende que el sistema político en el presidencialismo es rígido y que la imposibilidad de ejecutar el programa que le prometió a sus votantes puede frustrar su legitimidad. Macri, devenido en tiempista de la política, está atento a esa ingeniería y hace valer su capacidad de veto player. Sabe que una alianza de su partido con los libertarios fortalecerá al Gobierno ahora y puede ser la llave para un escudo parlamentario sólido en 2025, con las elecciones intermedias.

Por eso, Macri no apura una coalición de Gobierno con Milei. No sólo no lo acelera, sino que tampoco lo insinúa. Esa cautela la deja notar a través de dirigentes de su confianza, como Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO en la Cámara de Diputados. “No creo que vayamos a una fusión del PRO con La Libertad Avanza”, anticipó. La hermenéutica de ese mensaje permite dilucidar el verdadero sentido de la frase: no hay convergencia si Milei pretende que sea con un interbloque en el Congreso que incluya al propio Ritondo como presidente. Es algo que rechazan Macri y Ritondo.

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver al botón superior