El recién electo Papa León XIV se presentó por primera vez ante el mundo desde el balcón del Vaticano, siendo ovacionado por una multitud congregada en la Plaza de San Pedro. En sus primeras palabras como sumo pontífice, ofreció continuar con el legado de Francisco y lanzó un emotivo “llamado a la paz” dirigido “a todos los pueblos”.
Durante su mensaje, instó a los fieles a seguir el camino de Cristo y aseguró que “el mal no prevalecerá”. También pidió la colaboración de la humanidad para construir “puentes de paz” y promover la Justicia, invitando a hacerlo con valentía y sin miedo. Su aparición marca el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica.
