La última carta de Francisco que interpeló a la Iglesia de EE.UU. y compartió León XIV

Poco antes de su fallecimiento, el papa Francisco escribió una carta contundente dirigida a los obispos de Estados Unidos, cuestionando las políticas migratorias restrictivas del país y la interpretación teológica del “ordo amoris” esgrimida por el vicepresidente J.D. Vance. La misiva generó fuerte repercusión y fue compartida en redes sociales por el entonces monseñor Robert F. Prevost, hoy papa León XIV.
En su carta, el pontífice exhortó a toda la Iglesia a revisar sus posturas sobre la inmigración a la luz del Evangelio, en vez de hacerlo desde la comodidad de las posturas políticas. Francisco advirtió que no se puede justificar el desprecio o el maltrato hacia migrantes y refugiados apelando a una teología mal comprendida ni a razones de orden público.
La respuesta del papa se centró en la necesidad de construir una “fraternidad abierta a todos, sin excepción”, rechazando visiones que priorizan el bienestar de unos pocos por encima de la dignidad humana. Citó la parábola del Buen Samaritano para invitar a los católicos a dejar de preguntarse “¿quién es mi prójimo?” y comenzar a actuar como prójimos de quienes más sufren.
La carta no solo desafía al liderazgo eclesial de Estados Unidos, sino también a todos los fieles que, muchas veces, apoyan discursos discriminatorios o políticas injustas. “Debemos decidir si juzgamos la política desde el Evangelio o si acomodamos el Evangelio a nuestras ideas políticas”, afirmó.
El ahora papa León XIV, al compartirla públicamente, dejó clara su adhesión a esta mirada pastoral de Francisco, marcando un fuerte gesto de continuidad en su naciente pontificado.