En la mayor parte de la ciudad, el agua ya bajó. Pero la gente que tuvo que dejar su casa todavía no puede volver.
Casi un millar de correntinos pasó la noche en centros de evacuados y escuelas tras el temporal que anegó gran parte de la ciudad este domingo a la madrugada. Si bien el agua ya se escurrió en gran parte de la ciudad, en las zonas más bajas el drama continúa y se estima que muchas familias tardarán cerca de una semana en volver a sus casas.
A 24 horas del fenómeno meteorológico, la Municipalidad todavía no pudo ingresar con la asistencia a varios barrios de la zona periférica. El Subsecretario de Gestión Integral de Riesgos y Catástrofes de la Municipalida de Corrientes, José Ruiz, admitió que las cuadrillas de rescate todavía no llegaron a “los barrios San Ignacio, Santa Rita Sur, Molina Punta, esos son los puntos que todavía nos faltan entrar”, dijo Ruiz este lunes a la mañana.
En la lista de zonas muy comprometidas por el avance del agua también colocó al barrio La Olla, Ponce y Jardín.
A raíz del temporal, el Gobierno decidió suspender el inicio de las clases en la capital y zonas aledañas. Idéntica medida tomó la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), que tenía mesas de exámenes. Algunos bancos no abrieron sus puertas porque también fueron afectados por el avance del agua.
Ruiz aseguró que este lunes “la ciudad está normalizada: tenemos servicios de transporte, están funcionando todos los servicios, y continuaremos con la limpieza de los canales. Tenemos que hacer el trabajo hoy de retirar la basura de los sumideros y los canales” de desagüe de Corrientes.
“Con lluvias normales, como pueden ser 100 milímetros en una hora, nos complican pero dos horas después tenemos la ciudad normalizada. Con 200 milímetros es sumamente difícil; y con 300 la situación se vuelve inmanejable”, razonó.
