Hablaron los cuidadores del campo Sena y ratificaron su inocencia en el juicio por Cecilia Strzyzowski
En la audiencia de este miércoles del juicio por jurados por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, declararon los seis imputados de la causa, incluyendo a los cuidadores de la estancia de los Sena en Campo Rossi, Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, acusados de encubrimiento agravado.
Griselda Reinoso fue la primera en declarar, afirmando: “Soy inocente de todo lo que se me acusa”. La mujer aclaró que en el momento de los hechos solo realizaba tareas de ama de casa en la estancia y que actualmente está separada de Melgarejo. Relató que al momento de su detención se encontraba en casa de su padre con su hija y nieta, preparándose para realizar una denuncia por violencia de género contra Melgarejo.
Reinoso aseguró no conocer ni haber tenido contacto con Emerenciano Sena y Marcela Acuña, afirmando que solo los conocía “de vista”. También mencionó haber recibido amenazas por celular durante su detención en la comisaría Duodécima. Al finalizar su declaración, la imputada se descompensó, requiriendo la llegada de una ambulancia al Centro de Estudios Judiciales.
Posteriormente declaró Gustavo Melgarejo, quien se mostró visiblemente conmovido al recordar que lleva “dos años y cinco meses” detenido sin poder ver a su familia. “Me acusan de algo que no hice”, aseguró.
El casero relató que el 2 de junio había estado en un asado en el campo vecino de Rodolfo Ríos junto a su expareja, la hija de ella y su nieta, y que durante la noche no observó nada extraño ni detectó quemazón o humo en el campo de los Sena cuando regresó a la medianoche.
Melgarejo detalló que al día siguiente, mientras realizaba su recorrida habitual, observó rastros de una fogata. “Lo único raro que vi fue un rastro de que hubo fuego”, recordó, añadiendo que “Obregón y César fueron al campo y me pidieron una pala”.
Finalmente, aclaró que durante los casi tres meses que trabajó en la estancia no tuvo trato directo con Emerenciano Sena ni con Marcela Acuña, señalando que “el que me pagaba era Obregón”. Ratificó su inocencia al afirmar: “Estoy detenido sin saber por qué”.
