Fundamentaron la condena contra Alperovich: abusos sexuales graves, maltratos y degradación
El Tribunal Oral en lo Criminal N°29 de Buenos Aires reveló los motivos de la sentencia contra el exgobernador tucumano. La condena se basó en pruebas contundentes que incluyeron testimonios, pericias y la relación de poder entre Alperovich y la víctima.
José Alperovich, exgobernador de Tucumán, fue condenado a 16 años de prisión por el abuso sexual de su sobrina y exsecretaria. Dos meses después de la sentencia, el Tribunal Oral en lo Criminal N°29 de Buenos Aires dio a conocer los fundamentos que sustentan la decisión judicial.
El juez Juan Ramos Padilla detalló minuciosamente las pruebas que llevaron a declarar a Alperovich como “autor penalmente responsable del delito de abuso sexual simple en tres ocasiones, junto con dos intentos y seis hechos con acceso carnal, en un contexto de intimidación, abuso de poder, dependencia y autoridad”.
Alperovich actualmente cumple su condena en el pabellón de abusadores sexuales del penal de Ezeiza. Durante su detención, la defensa del exsenador apeló la prisión preventiva, pero la Cámara de Casación la confirmó, y su abogado presentó un recurso extraordinario ante la Corte Suprema.
Los hechos que llevaron a la condena ocurrieron entre diciembre de 2017 y marzo de 2018 en Buenos Aires y Tucumán. El tribunal describió estos eventos como “abusos sexuales graves, maltratos y degradación” , respaldados por pruebas directas, incluidas pericias físicas y psicológicas, así como múltiples testimonios.
Ramos Padilla resaltó la credibilidad del testimonio de la denunciante, que fue corroborado por las pruebas forenses, confirmando el daño psicológico sufrido por la víctima, a la cual se le diagnosticó un “trauma cristalizado”. Según el juez, este trauma fue consecuencia directa del abuso de poder y la situación de dependencia creada por Alperovich, quien tenía una influencia significativa tanto política como económica.
El magistrado también subrayó cómo los delitos se repetían en diferentes locaciones y en un contexto de “abuso de poder“. Particularmente, mencionó un episodio en Tucumán, donde, tras un abuso con penetración, la víctima fue a su ginecóloga al día siguiente, y las secuelas fueron registradas en su historia clínica. Además, describió los abusos que ocurrieron dentro del vehículo de Alperovich, destacando la presencia de personas cercanas al imputado, que podrían haberlo delatado.
El fallo también incluyó una crítica hacia los testigos presentados por la defensa, algunos de los cuales fueron acusados de falso testimonio. “Estos testigos, aunque vinieron a mentir, terminaron corroborando los hechos denunciados“, afirmó Ramos Padilla.
El juez también mencionó las secuelas físicas y emocionales de la víctima, describiendo cómo su salud se deterioró, con síntomas que incluían pérdida de peso, caída del cabello y un grave estado de angustia. Según Ramos Padilla, “Alperovich utilizó la relación asimétrica de poder que tenía sobre la víctima”, lo que agravó la pena debido a la magnitud de su figura pública y su historial político.
Finalmente, el magistrado condenó la conducta de Alperovich antes y después de la denuncia, señalando que intentó evitar el proceso penal ofreciendo dinero y culpando a la víctima de ser parte de un complot en su contra.
