Un megaoperativo policial contra el grupo criminal Comando Vermelho en las favelas de Río de Janeiro resultó en 64 fallecidos, entre ellos 4 agentes policiales, y 81 detenidos, según confirmó el gobierno carioca.
La intervención, que movilizó a 2.500 efectivos de seguridad para ejecutar 100 órdenes de arresto, se desarrolló en los complejos de Alemão y Penha, en la Zona Norte de la ciudad. Los narcotraficantes respondieron con disparos, barricadas incendiarias y el lanzamiento de bombas mediante drones.
Entre los arrestados se encuentran Thiago do Nascimento Mendes, conocido como “Belão do Quitungo”, uno de los líderes del Comando Vermelho en la región, y Nicolás Fernandes Soares, identificado como operador financiero de Edgar Alves de Andrade, principal líder de la organización criminal.
El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, Víctor Santos, afirmó que la operación fue diseñada con antelación y no contó con el apoyo del gobierno federal. El gobernador Claudio Castro calificó la acción como una respuesta del Estado al “narcoterrorismo”, con el objetivo de frenar la expansión territorial de la organización criminal.
Como represalia, los narcotraficantes organizaron bloqueos en múltiples zonas de la ciudad, utilizando vehículos confiscados y escombros, lo que llevó al Centro de Operaciones y Resiliencia de Río a elevar el nivel operacional de la ciudad al nivel 2. La Policía Militar ordenó el despliegue de todo su personal en las calles, suspendiendo las actividades administrativas.
Al menos cinco centros de salud de Penha y el Complexo do Alemão suspendieron actividades por motivos de seguridad, mientras vecinos reportaron intensos tiroteos y dificultades para salir de sus viviendas.
