Diez días de huelga metalúrgica en Río Grande por la amenaza de despidos masivos. Trabajadores denuncian abandono estatal y el riesgo de colapso social en la provincia.
En el Parque Industrial de Río Grande, cientos de trabajadores metalúrgicos cumplen diez días de protesta ininterrumpida contra el avance de despidos y el vaciamiento de la industria fueguina. La movilización —que incluye piquetes y asambleas permanentes— expone el drama de una provincia donde el 40% de los empleos dependen de este polo productivo, hoy en riesgo por la falta de políticas de sostén y declaraciones oficiales que minimizan su valor estratégico.
Voces desde la protesta:
- Tatiana (24 años): “Este es mi primer trabajo en blanco. No somos ensambladores, somos obreros que aguantamos frío y madrugadas”, responde a Federico Sturzenegger, quien llamó al parque “una ciudad linda de galpones”.
- Luis (62 años): Llegó en 1983 desde Chaco. “Vinimos a construir futuro. Ahora nos quieren borrar”.
- Mónica (área de electrónicos): “Un kilo de carne cuesta $20.000. Sin trabajo, no hay vida posible acá”.
Claves del conflicto:
- Soberanía en juego: La Ley 19.640 (1972) promovió la radicación industrial para poblar la zona. Hoy, 8.000 puestos directos y miles indirectos (comercios, servicios) penden de un hilo.
- Reunión en Buenos Aires: El gobernador Gustavo Melella negocia con empresarios y sindicatos, pero sin acuerdos concretos.
- Declaraciones polémicas: El presidente Javier Milei afirmó que “el trabajo no es un derecho adquirido”, enardeciendo a los manifestantes.
Contexto crítico:
- Costo de vida: Un 85% más alto que en el continente (ej.: yerba a 7.000,carnea7.000,carnea20.000).
- Condiciones laborales: Jornadas de 8 horas con dos breaks de 15 minutos, en temperaturas bajo cero.
- Advertencia sindical: “Si caen las fábricas, se desmorona toda la economía local” (UOM Río Grande).
