Salud

“Quiero hacer mis 8 horas e irme a mi casa tranquila”

Los estudiosos de la sociología del trabajo lo llaman “quiet ambition”, ambición tranquila, conducta que cada vez adoptan más jóvenes. 

Beatriz tiene 30 años, y Laura 75. Dos generaciones, dos visiones completamente diferentes sobre el trabajo. “Los jóvenes tienen que trabajar duro porque va con ello, tienes ambiciones y aspiraciones”, dijo Laura firmemente. “Tienes que trabajar para ti, no creo que tengas que darlo todo por una empresa”, rebate la joven.

   Son dos visiones sobre el trabajo que conviven actualmente. Muchos jóvenes prefieren evitar sobrecargarse de trabajo frente a la creencia de que cuantas más horas pasen en el puesto laboral, más improductivo será el trabajador –también fuera del trabajo.

   “Me he dado cuenta de una cosa… No tengo ambición laboral”. Así empieza el mensaje que Marta subió a sus redes sociales, en el que se desahoga con sus seguidores sobre el futuro laboral. El suyo es uno de los muchos vídeos que circulan en la red bajo el término “quiet ambition” (ambición tranquila). 

   Un movimiento al que cada vez se suman más jóvenes que prefieren, como ella, “no tener ninguna responsabilidad en el trabajo”. A sus 25 años Marta asegura que en este momento “no quiero ascender, ni llegar a X puesto. Quiero un salario que me permita vivir y hacer mis cosas”, concluye.

   No es que se nieguen a trabajar, lo que no quieren es sobrecargas de ningún tipo. Quieren cumplir con su trabajo, con su horario, y al término disfrutar de su vida afuera. Gran parte de ellos prefieren cambiar de trabajo “en busca de nuevas y mejores oportunidades, antes que tener un trabajo para toda la vida”, cuentan.

Sin relevo generacional 

   Mientras, existen profesiones en las que directamente no hay mano de obra, sobre todo, joven. En el sector primario “no hay relevo generacional, no se incorporan los jóvenes a la actividad, y las personas mayores la van abandonando”, cuentan desde una asociación empresaria. 

   La cuestión salarial es un factor importante de esa falta de mano de obra: la organización agraria asegura que ese relevo generacional no llega por la falta de apoyo oficial y piden que “se garanticen rentas dignas y que los jóvenes puedan ver en el sector agrario un futuro laboral para sus familias”. 

   Pero el problema de falta de mano de obra no es solo del campo. Lo peor es que algunas profesiones directamente podrían perderse por falta de trabajadores, como los relojeros.

*Publicado en Antena3, de España. 

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