El hecho sucedió en la noche del martes, alrededor de las 20, cuando los agentes de la Comisaría de Puerto Vilelas fueron requeridos en una casa ubicada por avenida San Martín.
Al llegar al lugar, una joven de 27 años informó que su madre de 47, paciente de salud mental, habría tenido un brote psicótico y se encerró en el domicilio junto a su hermana de 21 años. Los efectivos evaluaron la situación y solicitaron la colaboración del Departamento del Cuerpo de Operaciones Especiales. Según informó la Policía, la mujer, producto de su enfermedad, intentaba atentar contra su vida.
Minutos después arribó el grupo táctico, y el primer contacto con la mujer lo realizó el especialista en negociación y mediación policial. Estableció una conversación en la que intentó que la mujer desista de su actitud, invitándola a recibir atención médica, pese a los esfuerzos no desistió.
Siguiendo con la explicación brindada por las fuentes policiales, el negociador vio que la mujer tenía un arma de fuego por ello aprovechó un descuido e ingresaron para evitar una tragedia. Lograron reducirla y extraerla de la casa sin lesionarla y trasladarla al hospital. La otra ciudadana de 21 años también fue llevada para su atención médica.
Minutos después, desde el Hospital Perrando informaron que no resultaron lesionadas, y la mujer de 47 años fue derivada al Servicio de Salud Mental para su tratamiento. En el procedimiento uno de los efectivos policiales resultó con lesiones leves en su mano izquierda.
En la vivienda secuestraron un revólver calibre 38, cinco vainas servidas y cuatro proyectiles, dos machetes, un hierro con puntas, con los que intentaba lesionarse. Se instruyeron actuaciones judiciales con intervención de la fiscalía en turno.
