Gyoker destacó la ley de consolidación de deudas como “oxígeno para el Estado” previo a sesión extraordinaria

En vísperas de la sesión extraordinaria del próximo martes, el diputado Iván Gyoker, presidente de la Comisión de Hacienda, explicó los alcances del proyecto de consolidación de deudas por $300.000 millones y de la reforma al sistema de concesiones, considerándolos un punto de inflexión para la administración provincial.
En declaraciones a medios locales, Gyoker aseguró que se trata de una instancia “altísima en relevancia, porque permitirá profundizar el proceso de saneamiento de las cuentas públicas iniciado al asumir el gobierno”. Según explicó, la herramienta de consolidación de deudas dará “mayor margen para ordenar prioridades y avanzar en áreas sensibles como salud, educación e infraestructura”.
El legislador remarcó que la iniciativa “también busca otorgar previsibilidad a los proveedores que ya prestaron bienes y servicios al Estado, garantizando el cobro y capitalizando sus acreencias mediante intereses”. Para Gyoker, esta señal es clave para recomponer la relación con el sector privado y estabilizar obligaciones atrasadas.
Además del proyecto de consolidación, la Legislatura tratará una actualización del régimen de concesiones y contratos público-privados. Gyoker calificó esta norma como indispensable para modernizar los marcos normativos y habilitar nuevas inversiones en infraestructura, especialmente en puertos y servicios estratégicos.
Sostuvo que la ley vigente “quedó desactualizada y no genera incentivos adecuados para que los privados asuman compromisos sostenidos”. En esa línea, vinculó ambos proyectos con la visión del gobierno de Leandro Zdero: “un esquema donde el sector público garantice seguridad jurídica, previsibilidad y prioridades claras, mientras los privados desarrollan obras clave para impulsar el crecimiento”.
De cara al tratamiento, Gyoker afirmó que el bloque mira la sesión con optimismo, aunque reconoció que “todo trámite legislativo es complejo”. Adelantó que continúan los trabajos técnicos para “pulir la letra chica” y llegar al recinto con un texto que permita destrabar su aprobación.




