EL INFORMADOR. – La captura de Pablo Laurta, acusado del doble femicidio de su expareja y de la madre de ella en Córdoba, se concretó gracias a un mensaje clave enviado por una empleada del Hotel Berlín de Gualeguaychú. El texto, dirigido al dueño del establecimiento, alertaba que el sospechoso se encontraba alojado en el lugar junto a su hijo.
“Daniel, me apareció eso en Instagram. Y el muchacho está alojado acá con el nene”, decía el mensaje que resultó decisivo para poner fin a la fuga del acusado. La empleada había reconocido a Laurta a través de las alertas difundidas en redes sociales en el marco del Alerta Sofía.
Daniel Merlo, propietario del hotel, relató que Laurta había llegado al establecimiento el sábado por la tarde luego de realizar una reserva telefónica. “Llegó caminando, no en vehículo. Hace el check-in normal, se registra con su DNI argentino y hace el trámite absolutamente correcto”, explicó en declaraciones a C5N.
Estadía en el hotel
Según el hotelero, el uruguayo se hospedó en la habitación 209 sin mostrar señales de nerviosismo ni intentar ocultar su identidad. “A las 23 hace un pedido de comida por delivery, baja a buscarlo. En ningún momento se escondió de las cámaras ni tuvo una actitud sospechosa. Cenan en la habitación, y al día siguiente baja a pedir el desayuno porque se había quedado dormido”, detalló Merlo.
El empresario describió que Laurta se mostró “amable y tranquilo en todo momento”, manejándose “con respeto y educación”. El servicio de desayuno fue llevado a la habitación, donde posteriormente sería detenido alrededor de las 14:00 horas.
Antecedentes de violencia
Los reportes indican que la víctima, Luna Giardina, ya había denunciado a Laurta en Uruguay por intentar ahorcarla cuando convivían junto a su hijo. La Justicia uruguaya le había impuesto al sospechoso una restricción de acercamiento, aunque Laurta habría logrado reestablecer el contacto con la víctima con posterioridad.
En 2021, Giardina había decidido trasladarse a Córdoba junto a su hijo, donde recibió un botón antipánico que no llegó a activar al momento del ataque fatal.
